Esta fruta proviene de la producción agroecológica de Luis Stivanello de Charají, Entre Rios, pero viene desinfectada según los reglamentos del ISCAMEN/SENASA para evitar el ingreso de la mosca mediterranea en Mendoza. La desinfección se hace aplicando un gas que se llama bromuro de metilo que según el mismo ISCAMEN después de 3 días no deja residuos. Si bien no puede ser considerada como orgánica, esta fruta es muy distinta a la fruta convencional en las verdulerías de Mendoza ya que no trae desde su origen los residuos de pesticidas, fungicidas, herbicidas y fertilizantes químicos que caracterizan la producción de cítrico convencional. Y se darán cuenta al probarla. Su sabor es único. Vale la pena consumir esta fruta!
Luis comenzó este camino vendiendo productos biológicos para la producción orgánica y hace tres ciclos solares empezó una transición hacia la producción orgánica con su propia finca. Describe su fruta como frutos con sabor a infancia, porque le hacen acordar a la alegría y asombro de la niñez y la naturaleza pura que le rodeaba en aquel momento.
Le damos las gracias a nuestra colega Marina Posobon por conectarnos con Luis. Marina vende insumos orgánicos acá en Mendoza desde hace años le provee diátomeas a Luis.